Una buena higiene bucal siempre lleva asociada, además de un buen cepillado, la utilización de un colutorio, de seda dental y de los cepillos interdentales siempre y cuando esté indicado.
Los cepillos interproximales o interdentales son una herramienta más para garantizar el necesario buen cuidado de tu boca, ya que únicamente con el cepillo de dientes no podemos llegar a los lugares a los que la seda o los cepillos interdentales llegan. Se usan para realizar una limpieza más eficaz entre los dientes si el espacio entre éstos sea suficientemente amplio, con el objetivo de eliminar restos y placa bacteriana que se deposita en nuestra dentadura día a día. También se recomiendan para mantener en condiciones optimas los implantes, la limpieza dentro del surco de la encía. Si queremos mantener una encía sana, prevenir la inflamación de las mismas o las caries, cepillarse entre los dientes debe convertirse en una rutina diaria. Están disponibles en una variedad de anchos diferentes según sea la abertura de los espacios. Tienen una parte plástica o metálica, en la que se insertan las cerdas en forma de espiral y así toman forma cónica (como un árbol de navidad) o cilíndrica.
¿Cuándo debemos usarlos?
Cada día, como complemento al cepillado, al colutorio y al hilo dental. Son más imprescindibles si tenemos los dientes más separados y el hilo no hace bien su función. Su uso debe realizarse con sumo cuidado ya que pueden, incluso, hacer daño en la encía. Además, pueden causar hipersensibilidad dentinaria por lo que se aconseja siempre consultar con el dentista.Debe entrar fácilmente en el espacio interdental, sin que haya presión y sin forzarlo (para ello se cuenta con varios tamaños y formas). Se debe introducir en el espacio entre los dientes de abajo para arriba en el caso de la parte inferior y de arriba para abajo en la parte superior de la boca. Tras ello, debemos realizar movimientos hacia adelante y hacia atrás, de forma no brusca, un par de veces entre cada espacio. Si no entra, cambia por un tamaño más fino.
Los consejos del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV)
- El tamaño de los cepillos es muy importante. Si queremos tener un higiene óptima, debemos elegir el correcto e incluso varios según sean las separaciones entre nuestros dientes. Su dentista deberá indicar cuáles son los tamaños adecuados.
- Debes utilizarlo, al menos, una vez al día. Introduce el cepillo entre los dientes y muévelo al igual que la seda dental, hacia dentro y hacia fuera.
- Renueva el cepillo cada poco tiempo (cuando los filamentos estén ya desgastados).
- Si un profesional no le dice lo contrario no aplicar pasta dentífrica (existen algunas específicas pero debe mandarla un especialista según cada caso).
- Se recomienda utilizar el cepillo interdental en los casos en los que existe una gran separación entre dientes y el hilo dental no es suficiente.
- Es la herramienta ideal para la limpieza entre los dientes especialmente para pacientes con periodontitis.
- También se recomienda en caso de pacientes que están recibiendo un tratamiento de ortodoncia y que tienen implantes o prótesis dentales.
- Si piensas que necesitas uno de ellos, acude a tu odontólogo de confianza y pregúntale.
Consejos básicos para la higiene bucal
1. Cepillar nuestros dientes cada vez que comemos o al menos 3 veces al día.
3. El cepillado no es suficiente. Debemos además utilizar el cepillo interdental y el hilo dental para conseguir sacar los restos de comida que se quedan entre las piezas. Hacemos cepillados muy rápidos y olvidamos que entre los dientes también se queda comida y hay que saber sacarla.
4. Usar un colutorio o enjuague bucal con flúor. Los recomendados para niños son buenos tanto para ellos como para nosotros.
5. Beber agua en cantidad. La falta de una hidratación adecuada (se recomiendan dos litros diarios de agua) puede implicar un aumento de la placa bacteriana e incluso problemas de inflamación de encías así como de creación de caries (azúcar).
6. Moderar la ingesta de bebidas carbonatadas, ácidas, azucaradas y alcohólicas sin olvidar limpiar los dientes a conciencia tras su ingesta.
7. Si no es posible dejar de fumar (que sería lo idóneo para nuestros dientes), moderar y controlarlo. Es necesario recordar que en el 100% de los casos, el fumador se queda antes sin dientes que el no fumador. El tabaco destruye las encías.
Fuente ICOEV